sábado, 15 de mayo de 2010

Atado y bien atado


El pasado día 14, el juez Baltasar Garzón, natural de Torres (Jaén), fue suspendido cautelarmente en sus funciones como juez de la Audiencia Nacional por el Consejo General del Poder Judicial, después de que el juez del Tribunal Supremo Luciano Varela acordara, tras admitir a trámite una querella presentada por las organizaciones de ultra derecha Manos Limpias y Falange Española de las JONS, la apertura de juicio oral contra Garzón por presunta prevaricación en la investigación de los crímenes de la represión franquista.

Después de decir esto se me vienen muchas cosas a la cabeza, viejos fantasmas de la historia de España y no tan viejos:

¿Cómo es posible que una "organizazión" de Ultra derecha y un partido que promueve el fascismo, la violencia así como la segregación racial, juzgue e inhabilite a uno de los jueces con más renombre del panorama internacional?

Esto no me entra en la cabeza. Para empezar no es lógico que un partido que no está a favor de la democracia, pueda ser legal, pero que además, este "partido" juzgue a un juez que ha dirigido numerosas operaciones contra el narcotráfico, el caso GAL, investigaciones a ETA y a su entorno, arrestar y juzgar al dictador Pinochet etc. me parece un asunto de juzgados de guardia (nunca mejor dicho, véase el estado actual del CGPJ, TB...)

Hablemos ahora del "Excelentísimo" juez del Tribunal Supremo Luciano Varela. El bueno de Luciano ha mantenido la defensa del tribunal de jurado a pesar de las sentencias más polémicas, como la absolución de Mikel Otegi por el asesinato de dos ertzainas o la sentencia del caso Wanninkhof, que condenó a Dolores Vázquez, que finalmente resultó absuelta cuando se repitió el proceso.

Si por algo ha destacado Varela es por su sentido de transformar la justicia y en ese camino ha sido muy crítico con Baltasar Garzón, al que calificaba de "juez estrella". Estaba convencido de que algunos jueces, como Garzón, imponían un Estado policial. Pero muchos colegas del ex juez de Pontevedra han empleado, precisamente, la misma definición para criticarle a él.

Y es que entre Varela y el franquismo ha habido una cierta relación (dato a tener muy en cuenta). Así el pasado día 13 de abril, el magistrado Jiménez Villarejo hiciera las siguientes declaraciones recogidas en un archivo sonoro de la cadena ser. Archivo

No se que os parecerá todo esto. A mi, personalmente, me da la sensación de que, una vez terminada la guerra civil hace más de 70 años, el bando Nacionalista (La Falange Española, ahora) ha vuelto a ganar otra batalla más. ¿Por qué pasa todo esto en un país llamado a estar en la cúspide europea y mundial?, ¿Por qué no está ilegalizado Fe de las JONS?, ¿Por qué un juez que lucha por causas realmente justas es juzgado por chusma hasta tal punto de ser inhabilitado? Hay demasiadas incógnitas en todo esto. A veces pienso: ¿y si realmente hubiera quedado todo "atado y bien atado"?

2 comentarios:

  1. Yo lo tengo bien claro. El problema radica en la pésima separación de poder existente en este pais. Uno de los principios básicos de las democracias modernas es la separación de poder efectiva, es decir, un poder judicial completamente independiente, un ejecutivo independiente y un legislativo igual de independiente. El problema surge cuando unos políticos de tres al cuarto intentan (consiguiéndolo) meter las narices en una competencia que no es la suya. El tema no es que la Falange o el Partido Comunista promueva una querella, sino el hecho de inmiscuirse un poder en el asunto del otro poder. Ante una denuncia y unas pruebas un juez debe decantarse por una razón u otra, es evidente, pero de ahí a que los políticos y los medios de comunicación (de un color u otro) manipulen la realidad da que pensar, además de generar conflictos sociales.

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  2. Qué vergüenza de país. Tampoco soy yo quien para decir si Garzón ha prevaricado o no, y todo ese de lo que se le acuse. lo que si estoy seguro que cada vez la justicia da más asco y que el juez este, Luciano Valera es un payaso increíble, además, como tu has dicho de pasado falangista.

    Qué asco de gente

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