Estamos en Semana Santa. Para unos la Semana "Grande". Para mi una semana de vacaciones.
La Semana Santa es igual a tronos en la calle, olor a incenso y marchas procesionales (ni que decir tiene que las bandas de tambores y cornetas son increíbles, sin duda lo mejor de todo esto). Si hablamos de marchas procesionales pronto se nos viene a la cabeza "La Saeta" de Antonio Machado. Pues bien, yo no se qué parte de la letra no habrán entendido los capillitas varios y demás "semanasanteros", pero en "La Saeta" Machado quiso reflejar su escepticismo ante la religión, no es para nada un alegato a Cristo.
¡Oh la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero,
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
Quien no sepa de qué va todo esto, puede leer las primeras 3 estrofas de 4 versos sin notar nada extraño. Pero, es en la última estrofa cuando se hace evidente el agnosticismo (palabra que viene del griego y significa "conocimiento") de Machado. No sé ni porqué ni cómo, pueden cantar eso, cuando la canción dice todo lo contrario de lo que quieren expresar.
Cómo todos sabéis, Machado perteneció a la Generación del 98. Una característica de esta Generación, en la que se encontraban Ramiro de Maeztu, Azorín, los hermanos Baroja entre otros, es el marcado sindicalismo, anarquismo y por tanto, agnosticismo de la mayoría de los miembros (con excepción de Unamuno).
Así pues, supongo que fue este movimiento anticlerical, el que hizo tomar a la Iglesia o quien fuese, un poema como "La Saeta" y convertirlo en todo lo contrario a lo que es.
Esto no es tan raro. Es lo que se viene haciendo desde principios de siglo. Si aparece un movimiento contra cultural como los hippies que no beneficiaban para nada a los altos mandatarios, se les "extermina" mediante la comercialización de sus ropas y vestimentas, haciendo de ello una moda y no ese movimiento pacifista que empezara allá por los años 60. Por poner otro ejemplo, está el caso de la Kuffiya palestina que siempre llevaba el premio nobel Yasir Arafat. Fueron, precisamente, los hippies los primeros en ponerse esta prenda en solidaridad con el pueblo palestino. Ahora nadie sabe cual es el verdadero significado del pañuelo ya que se ha puesto de "moda".
Yo que sé. El mundo está lleno de contradicciones.
